Tomamos el Shinhansen hasta Okayama y una vez allí nos montamos en un tranvía que nos acerca un poco a la zona donde está Korakuen y el castillo de Okayama. Decidimos hacer primero el jardín Korakuen uno de los tres jardines paisajista japoneses más bonitos de Japón (los otros dos son Kenrokuen en Kanazawa y Kairakuen en Mito). El jardín fue construido en el siglo 17 por un señor feudal local, contiene estanques, casas de te, pabellones, bosques, una colina artificial, pequeños templos y amplias superficies de césped. El castillo está justa al lado.
El jardín tiene un agradable paseo donde se puede ver las distintas zonas, además no hay mucha gente y se hace agradable a pesar del calor que empieza a hacer.
Una vez terminamos salimos por otra puerta que nos lleva casi directamente a un puente y desde allí al castillo que está bastante cerca.
El castillo de Okayama, también conocido como el “castillo del cuervo” debido a su color negro en el exterior. Fue construido en 1597 y destruido en la segunda guerra mundial y reconstruido en 1960. El interior es moderno y contiene un museo e incluso un ascensor a parte de tener aire
acondicionado.
No está mal pero claro ayer estuvimos en Inuyama y Hikone por lo que este nos parece un poco descafeinado...pero se deja visitar, además dispone desde la torre de una vista del jardín.
Como Himeji nos pilla de camino decidimos parar para hacer algunas fotos al castillo, no vamos a entrar porque ya lo hicimos el año pasado. Al llegar notamos que hace bastante calor pero nada comparado con el año pasado...es medio soportable.
Llegamos a la explanada desde donde se divisa el castillo, hacemos algunas fotos y descansamos un poco. Después nos vamos a la estación para tomar el Shinkansen para volver a Kioto.
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